Sobre nosotros
Paviplus. Tradición familiar y compromiso con un trabajo bien hecho.
Es la historia de una familia, un oficio y una palabra que siempre se cumple.
Todo comenzó en 1967, cuando Ángel, el padre de Gelo, emigró a Bélgica buscando un futuro mejor. Allí trabajó en una de las mayores empresas de pavimentación de Europa, donde aprendió técnicas que por entonces eran impensables en España. Tras más de una década, volvió al Bierzo y, en 1980, fundó una de las primeras empresas dedicadas al hormigón impreso y pulido en la región. Era un pionero.
Gelo, su hijo, se unió a él con solo 17 años. A su lado aprendió mucho más que el oficio: aprendió valores. “La palabra se cumple, aunque pierdas” —le decía su padre—, y esa frase quedó grabada para siempre.
Con el tiempo, tras la jubilación de Ángel, Gelo continuó trabajando en el sector, liderando equipos en grandes empresas. Pero su idea era clara: algún día retomaría la esencia familiar y fundaría su propio proyecto.
Y así nació Paviplus.
Con apenas un par de máquinas heredadas y mucha voluntad, Gelo comenzó en Asturias desde cero. Sin ayudas, sin socios, solo con su experiencia, sus principios y un compromiso férreo con el trabajo bien hecho.
Desde entonces, Paviplus ha crecido paso a paso. Hoy contamos con maquinaria de última generación, un equipo técnico consolidado y la confianza de decenas de clientes satisfechos. Hemos pavimentado desde pequeñas viviendas hasta grandes naves industriales, siempre con el mismo cuidado y exigencia. No importa si es un jardín particular o el suelo de una fábrica: la seriedad es la misma.
Trabajamos sobre todo en Asturias y Ponferrada, pero cada vez llegamos a más zonas del norte de España. Y allí donde vamos, llevamos nuestra historia a cuestas. Una historia construida sobre esfuerzo, familia y hormigón..
